Extracto de un documento de trabajo de UNICEF Argentina que muestra con singular profundidad tanto la especificidad de la nueva pobreza como los silenciosos avatares de millones de hogares de sectores medios empobrecidos: “El derrotero de los nuevos pobres, un pasado próspero y la antigua confianza en el progreso está de alguna manera presente en las características del hábitat: en objetos que perduran mas allá de la cuenta, que van quedando en un estado de desperfecto continuo, con remaches caseros y a los que se van superponiendo otros de distinto estilo y calidad. También los vaivenes de la propia historia se hacen presentes en las ampliaciones y refacciones truncas o en la transformación de parte del hogar en un improvisado taller, kiosco o almacén que son testimonios de la intensa búsqueda familiar de nuevos ingresos. Como resultado, la mayoría de los hogares empobrecidos presentaba una estética particular; estética, si se quiere, no producto de la imposición deliberada de un estilo, sino gestalt resultante de la superposición de objetos adquiridos en épocas de diferente status económico. Hablamos de una estética particular, pues el conjunto presenta un aspecto difícilmente asimilable a otros modelos de hogares: no se podría decir que se trata de hogares de sectores populares, ni tampoco ya de clase media pero deteriorado. El hogar de los nuevos pobres era más bien un híbrido que, curiosamente, hacía pensar en ciertos planteos teóricos de la posmodernidad (superposición de objetos de distintos períodos, ruptura de la noción de estilo, etc.): algo así como una posmodernidad de la decadencia."